La ortodoncia en adultos es "más cuidadosa y lenta" que la de los jóvenes, ya que no se pueden realizar todos los movimientos deseados por riesgos a efectos adversos, como la pérdida de las raíces dentales, de ahí la importancia de acudir a un profesional con contrastada experiencia, que será el encargado de decidir qué tipo de tratamiento es el más adecuado para cada situación y edad.

El único requisito "exigible" al paciente es que esté preparado para 'vestir' su boca con un aparato de doce a dieciocho meses. No es una decisión fácil y hay gente a la que le cuesta adaptarse a los brackets
El adulto debe saber que el aparato de ortodoncia no interfiere en su estilo de vida. "Una persona con aparato puede hacer lo mismo que una sin él. Únicamente, cuidará algo más su higiene y sacrificará algunos alimentos".
En la primera visita, el ortodoncista realizará una valoración previa del estado de las piezas dentales y la boca, en general, hará un examen clínico, un estudio radiográfico y cefalométrico, así como fotografías dentales y faciales, radiografías panorámicas y modelos o 'moldes' en yeso de la boca y los dientes del paciente. Con todos estos registros es posible "hacer un diagnóstico esquelético, dental y facial, para una vez detectados, hacer una lista con los problemas y proponer el plan de tratamiento.
El tratamiento de ortodoncia en los adultos suele ser más largo que en los niños, su duración se estima entre un año y un año y medio, incluso dos, dependiendo de la intensidad del problema.
Puesto que los huesos de los adultos no crecen como los de los niños, en casos concretos puede ser necesaria combinar la ortodoncia con cirugía, incluso si faltan piezas dentales. Normalmente la ortodoncia en adultos se realiza con el objetivo final de colocar una prótesis. Es necesario, en primer lugar corregir la posición de los dientes, para luego poder colocar el implante.
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